martes, 9 de agosto de 2011

Sahori Nohemi.


SE DICE, que cuando deseas algo con devota pasion, cuando cierras los ojos y pides un deseo con el alma, cuando buscas desesperadamente una estrella a cual susurrarle tu anhelo y esperas con fe a que se te cumpla...
Inevitablemente sera esa vez la que te encuentres llorando llena de desesperanza, recogiendo tus ilusiones rotas al darte cuenta que, por mas lamentable que sea, se necesita mas que un intenso suspiro para lograr los empeños del corazón.
Por fortuna, existen cosas y situaciones que llegan a ti sin pedirlas, y que de uno u otro modo, cambiaran tu vida para siempre...

Hoy, me alegro inmensamente, por tener la dicha de recibir en mi vida un radiante "montón de felicidad, fruto del amor sincero". No lo pedí, no lo anhele, pero ahora que viene en camino, lo agradezco con infinita emoción, y lo espero con los brazos abiertos y el alma expectante.
No encontré las palabras suficientes para explicarlo, pero entonces deje de buscarlas, solo me concentre en sentirlas y disfrutar cada una de ellas.
El sentimiento es inigualable. La espera sera larga y probablemente tediosa, pero si de algo estoy segura, es de que valdrá completamente la pena.

lunes, 18 de abril de 2011

Marchita del alma


Decepcion, Traicion...


Coraje, Orgullo.

martes, 1 de febrero de 2011

Fruto de mi Amor.


Me rehúso a separarme de ti, de la misma manera en que el árbol se resiste a dejar caer la fruta; porque eres parte de mi persona, te formaste con mi esencia. Ofrecí dedicación y total devoción a complacerte, y mi esperanza es ver emerger de tu centro las semillas de la gratitud, con las que (yo espero) puedas corresponder mi entrega y por fin, percatarte de que a mi lado obtendrás lo que siempre has estado buscando.

lunes, 31 de enero de 2011

Hablar con las manos.


Espero dichosa el día en que sea capaz de estar frente a ti, y dejar de esperar que mi simple mirada responda las preguntas que no formulaste; o simplemente pueda revelar sin evasivas las explicaciones que abiertamente sé que te mereces.
Desearía estar tan conectada a ti, que no necesite de complicadas palabras para expresarte mis emociones, que solamente al tocar tu frente con mi alma, pueda transmitirte mis más ocultos secretos y enigmas, hablar con las manos lo que mis labios callan.

Quiero hacerte entender que no me reservo mis ideas para mi misma, que SI quiero adentrarte en mi mente, pero que, por razones que no identifico, no puedo exponerme de esa manera ante ti. Tengo miedo!, ¿de qué?: No lo sé; de perderte talvez, de alarmarte con mi testimonio, de decepcionarte en maneras que prefiero no pensar...